Se trata de una de las gemas más buscadas del planeta, toda una rareza. El diamante azul, que obtiene su coloración como resultado de las pequeñas cantidades de boro en la estructura cristalina de la piedra, es también la más cotizada.
Uno de estos ejemplares ha recaudado 5,68 millones de euros en una subasta de Sotheby's en Hong Kong, convirtiéndose en la piedra preciosa más cara del mundo por quilate.
Aunque engarzado como un anillo, el verdadero valor está en la piedra. Tras una intensa puja, el diamante azul de 6,04 quilates alcanzó la cantidad de más de 940.000 euros (1,32 millones de dólares) por quilate.